Lecturas del Sábado de la XVI Semana del Tiempo Ordinario.

27.07.2024

Lecturas del Sábado de la XVI Semana del Tiempo Ordinario.

27 Jul 2024

Primera Lectura

Lectura del libro de Jeremías (7,1-11):

Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Ponte a la puerta del templo, y grita allí esta palabra: «¡Escucha, Judá, la palabra del Señor, los que entráis por esas puertas para adorar al Señor! Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, y habitaré con vosotros en este lugar. No os creáis seguros con palabras engañosas, repitiendo: 'Es el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor.' Si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones, si juzgáis rectamente entre un hombre y su prójimo, si no explotáis al forastero, al huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, si no seguís a dioses extranjeros, para vuestro mal, entonces habitaré con vosotros en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres, desde hace tanto tiempo y para siempre. Mirad: Vosotros os fiáis de palabras engañosas que no sirven de nada. ¿De modo que robáis, matáis, adulteráis, juráis en falso, quemáis incienso a Baal, seguís a dioses extranjeros y desconocidos, y después entráis a presentaros ante mí en este templo, que lleva mi nombre, y os decís: 'Estamos salvos', para seguir cometiendo esas abominaciones? ¿Creéis que es una cueva de bandidos este templo que lleva mi nombre? Atención, que yo lo he visto.»» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 83

¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!

Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor, mi corazón
y mi carne retozan por el Dios vivo.R/.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
y la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.R/.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza;
caminan de baluarte en baluarte.R/.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa, y prefiero
el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-30):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?» Él les dijo: «Un enemigo lo ha hecho.» Los criados le preguntaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?» Pero él les respondió: «No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.»

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio

Por el Padre Daniel Manzuc


Por Monseñor Munilla



PARA REFLEXIONAR

  • Hacia el año 608 a. C., a principios del reinado de Joaquín y teniendo en cuenta que la reforma de Josías no había calado demasiado hondo, Jeremías pronunció un discurso en la puerta del templo, que tuvo graves consecuencias.
  • Se enfrenta abiertamente al culto formalista del templo de Jerusalén y será detenido y acusado por haber blasfemado.
  • Jeremías reacciona contra una falsa seguridad que el Templo suscitaba en el pueblo, eximiéndolo de toda búsqueda y de todo conocimiento verdadero de Yahvé. De nada les servirá tener entre ellos la casa de Yahvé, si el pueblo continúa hurtando, matando, cometiendo adulterio, jurando en falso, quemando incienso a Baal, y yendo detrás de dioses extranjeros. No se opone al templo, pero critica el uso que se hace de él, ni tampoco la función sacerdotal, sino el modo en que se realiza.
  • La clave de la seguridad no consiste en afirmar que Yahvé está en medio de ellos, protegiéndolos desde su templo, sino en obrar de acuerdo con esta presencia de Yahvé; haciendo valer la justicia entre los hombres, no oprimiendo ni al peregrino, ni al huérfano y a la viuda, no derramando sangre inocente, no actuando de manera idolátrica.

***

  • Jesús compara el Reino de Dios y por consiguiente, la Iglesia y toda la humanidad con este campo en el que conviven el trigo y la cizaña.
  • En la vida de la comunidad se mezclan, continuamente, el bien y el mal, la gracia y el pecado. La justicia crece en medio de la corrupción y la opresión. La paz va floreciendo aún en medio de la violencia. El amor vive en medio del egoísmo. El Reino de Dios va surgiendo en un ambiente hostil. Creemos que al final, será el Reino quien derrote a las fuerzas de las tinieblas y la maldad. Si las cosas no fueran así, no tendría sentido nuestro trabajo por la causa de Jesús. Por eso, para el creyente, no hay lugar para el desánimo y la derrota, si tiene su mirada puesta en el Padre, que resucitó a Jesús y nos envía permanentemente la luz de su Espíritu, para confirmarnos en la fe y fortalecernos en el compromiso.
  • Frente a la presencia del mal, el instinto de los criados, los lleva a querer eliminar de inmediato el elemento nocivo y acabar con esta situación.
  • Jesús nos presenta, en la lógica del dueño del campo, el corazón del Padre que espera hasta el último momento, la posibilidad del cambio.
  • Es difícil aceptar que en una realidad ambigua y mediocre, crezca el Reino de Dios, y a veces nos desanimamos porque es tan fuerte el poder de la maldad, la corrupción y la violencia en el mundo, que sentimos la tentación de desistir de la misión. Lo importante es tratar de descubrir las señales del Reino, para potenciarlo; y no favorecer nada que ayude a contentarnos en la mediocridad. No obstante, el hecho de vivir sumergidos en una mezcla de bien y mal, no debe impedir el avance de nuestra vida espiritual; lo contrario sería convertir nuestro trigo en cizaña.
  • Es imposible crecer de otro modo, ni podemos buscar el Reino en ningún otro lugar que en este mundo y en esta sociedad en la que estamos. Nuestra tarea será hacer que crezcan en ella, los signos del Reino de Dios.
  • El Evangelio nos llama a no dar crédito a los que se creen salvados. Siempre estará la tentación de pensar que unos ya han alcanzado la meta, y que otros están lejos. Jesús constata que todos estamos en camino, absolutamente todos.
  • Estemos atentos para no dejar que el maligno se filtre en nuestras vidas, cosa que ocurre cuando nos instalamos, nos creemos seguros y más que los otros.


PARA DISCERNIR

  • ¿Cuál es mi actitud ante la presencia del mal en el mundo?
  • ¿Cuál es mi actitud ante la presencia del pecado en mi vida?
  • ¿Descubro el bien presente en medio de las dificultades y adversidades?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Dame paciencia en las dificultades


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…"En Cristo, Cabeza de la Iglesia que es su Cuerpo (Col 1,18), todos los cristianos forman «la raza elegida, el sacerdocio real, la nación consagrada, el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus hazañas» (1P 2,9). La eucaristía, como misterio para vivir, se ofrece a cada uno de nosotros en la situación en que se encuentra, haciendo de esta situación existencial el lugar en el que se debe vivir cotidianamente la novedad cristiana. Si el sacrificio eucarístico alimenta y hace crecer en nosotros lo que se nos dio ya en el bautismo, por el cual somos llamados a la santidad, eso debe, pues, aparecer y manifestarse precisamente en las situaciones o en los estados de vida en las que se encuentra cada cristiano. Así día tras día, viviendo la vida como una llamada, nos convertimos en un culto agradable a Dios. Si partimos de la convocatoria a la que somos llamados por la liturgia, es el mismo sacramento de la eucaristía el que nos compromete en la realidad cotidiana para que todo sea hecho para la gloria de Dios.

Y puesto que el mundo es «el campo» en el que Dios pone a sus hijos como buen grano, los cristianos laicos, en virtud de su bautismo y de su confirmación, y fortificados por la eucaristía, son llamados a vivir la radical novedad traída por Cristo, precisamente, en medio de las condiciones comunes de la existencia. Deben alimentar el deseo que la eucaristía marque cada vez más profundamente su vida cotidiana, conduciéndolos a ser testigos identificables en su medio de trabajo y en la sociedad toda entera.

Quiero dar un ánimo particular a las familias a fin de que saquen inspiración y fuerza de este sacramento. El amor entre el hombre y la mujer, la acogida de la vida, la tarea educadora, se revelan como lugares privilegiados en los que la eucaristía puede manifestar su capacidad de transformar y dar plenitud de sentido a la existencia. Los pastores no dejarán nunca de sostener, educar y dar ánimo a los fieles laicos a que vivan plenamente su vocación a la santidad en el mundo al que tanto ha amado Dios que le ha dado su Hijo para que en él tenga la salvación (Jn 3,16)"…

Papa Benedicto XVI – Sacramentum caritatis, 79


PARA REZAR

Señor, todo lo espero de ti, confío total y exclusivamente en ti:

confío en la inmensidad de tu bondad, poder y sabiduría.
Nada me hará temer: frente a los enemigos más poderosos,

frente a los más grandes males, frente a los infortunios más graves,

estaré seguro de ti, confiaré totalmente en ti.
Cuanto mayor sea el apremio, cuanto mayor sea el peligro,

tanto más esperaré todo de ti; y si no viera tu mano providente,

más y más confiaré en ti, me aferraré a la seguridad

de que tu amor por mí es incalculable, ilimitado…Inflámame en tu amor para que me confunda contigo,

que eres el Amor mismo: purifica mi miseria

y quema todas mis impurezas con ese Amor ardiente,

para que ya no tenga apegos por las criaturas

y te ame exclusivamente a ti, el Creador.

Así te amaré como tú mereces ser amado y viviré buscando

únicamente tu Reino de Amor, de paz y de alegría,

despreocupado de todo lo demás…
Señor, creo en ti, pero aumenta mi Fe.
Señor, lo espero todo de ti, pero aumenta mi Esperanza.
Señor, te amo, pero aumenta mi Caridad.


Liturgia.               Santoral.                Evangelio en audio.