Lecturas del Sábado de la XV Semana del Tiempo Ordinario.
Lecturas del Sábado de la XV Semana del Tiempo Ordinario.
20 Jul 2024
Primera Lectura
Lectura de la profecía de Miqueas (2,1-5):
¡Ay de los que meditan maldades, traman iniquidades en sus camas; al amanecer las cumplen, porque tienen el poder! Codician los campos y los roban, las casas, y se apoderan de ellas; oprimen al hombre y a su casa, al varón y a sus posesiones.
Por eso, dice el Señor: «Mirad, yo medito una desgracia contra esa familia. No lograréis apartar el cuello de ella, no podréis caminar erguidos, porque será un tiempo calamitoso. Aquel día entonarán contra vosotros una sátira, cantarán una elegía: «Han acabado con nosotros, venden la heredad de mi pueblo; nadie lo impedía, reparten a extraños nuestra tierra.» Nadie os sortea los lotes en la asamblea del Señor.»
Palabra de Dios
Salmo del Día
Salmo 9
No te olvides de los humildes, Señor
¿Por qué te quedas lejos, Señor,
y te escondes en el momento del aprieto?
La soberbia del impío oprime al infeliz
y lo enreda en las intrigas que ha tramado. R/.
El malvado se gloría de su ambición,
el codicioso blasfema y desprecia al Señor.
El malvado dice con insolencia:
«No hay Dios que me pida cuentas.» R/.
Su boca está llena de maldiciones,
de engaños y de fraudes;
su lengua encubre maldad y opresión;
en el zaguán se sienta al acecho
para matar a escondidas al inocente. R/.
Pero tú ves las penas y los trabajos,
tú miras y los tomas en tus manos.
A ti se encomienda el pobre,
tú socorres al huérfano. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,14-21):
En aquel tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones.»
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio
Por el Padre Daniel Manzuc
Por Monseñor Munilla
PARA REFLEXIONAR
- Vamos a escuchar al profeta Miqueas que vivió en tiempos de Acaz y Ezequías, y que fue contemporáneo de Isaías, llamado por Dios para hacer oír su palabra en los difíciles tiempos anteriores a la ruina de Judá. Su nombre significa «quien como Dios».
- La economía rural en tiempos de Miqueas, estaba en plena crisis. Hombres poderosos sin escrúpulos, acaparan las tierras de los campesinos en dificultad.
- Miqueas se enfrenta con los poderosos de su época y denuncia con valentía que abusan del poder, traman iniquidades, codician los bienes ajenos, roban siempre que pueden, oprimen a los demás y son idólatras de sí mismos.
- Les anuncia que les vendrán calamidades y serán objeto de burla por parte de todos, como castigo de Dios.
- Como los demás profetas, Miqueas es a la vez violento y pacífico, amenazador, cuando se trata de condenar la injusticia o la idolatría, pero a la vez lleno de esperanza para fortalecer al pueblo.
- Por su boca escuchamos una vez más la toma de posición de Dios en favor de los pobres.
- No condena la injusticia social solamente en nombre del «deber social», sino que es un «deber religioso». El peor castigo es no estar unido a Dios y a los hermanos y ser excluido de la comunidad del Señor.
***
- La controversia de Jesús con los fariseos continúa en la sinagoga. Jesús se aleja de ellos, consciente del peligro que corre, sin responder con palabras ofensivas o acciones violentas. Quiere que la verdad brille por encima de las sombras en las que viven.
- Mateo ve en esta actitud de Jesús el cumplimiento del texto de Isaías que habla de la figura del Mesías, Servidor de Dios.
- El Mesías no será un agitador ni un líder de multitudes, tampoco un ambicioso que busca la pelea, y usando la fuerza, pugna con otros por el poder, ni alguien que pretende apoyarse en la popularidad; es el siervo de Dios, que busca en cambio a los que necesitan su ayuda. El «Siervo de Yahvé», anunciará su misión salvífica con el testimonio de su propia vida, respaldado con acciones concretas, en favor de los más pobres y desvalidos de la sociedad.
- Su misión se realizará con el nuevo estilo del Espíritu: suavidad y mansedumbre con el débil y vacilante. La justicia no se implanta arrollando al débil sino curando, enderezando, perdonando, haciendo revivir. Su camino será el del amor desinteresado que cura y ayuda al hombre.
- El Servidor señala un nuevo camino que se debe recorrer para llegar a implantar este derecho, que coincide, con las aspiraciones universales de una sociedad justa.
- Desde esta descripción de la actuación de este Mesías servidor, la Palabra de hoy es un llamado a los discípulos de Jesús a adoptar en nuestra vida su mismo estilo: ayudar, socorrer y hacer revivir a todos aquellos donde la vida se encuentra amenazada. Este estilo responde a las necesidades y a los más íntimos deseos del corazón de todo hombre, y es la piedra fundamental sobre la que se construye toda vida cristiana verdadera.
PARA DISCERNIR
- ¿Cuáles son los anhelos más íntimos de mi corazón?
- ¿Qué tipo de derecho quisiera que se instaure?
- ¿Cuál es el camino que busco para lograr una vida en armonía y en paz?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Las naciones pondrán la esperanza en tu Nombre
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
.."Nuestra carne está hecha para morar en Dios, para convertirse en templo de Dios. La carne de Jesús es el templo de Dios. De este templo correrán ríos de agua viva para alimentar, curar, revelar el amor y la compasión.
Nuestra carne, transfigurada por el Verbo encarnado, se vuelve un instrumento para difundir el amor de Dios. Igual que para María, también para nosotros la carne de Cristo,
su humanidad, son el medio a través del cual y en el cual nos encontramos con Dios.
La llamada que hemos recibido no es a dejar la humanidad de Cristo para ir al encuentro de Dios, que trasciende la carne, sino a descubrir y a vivir la carne de Jesús como carne de Dios, su cuerpo como un sacramento que da un sentido nuevo a nuestra carne humana, que nos revela el amor eterno de la Trinidad donde el Padre y el Hijo, en la unidad del Espíritu Santo, se aman desde toda la eternidad.
Nuestros cuerpos han sido concebidos en el silencio y en el amor. Nuestra primera relación, con nuestra madre, ha sido una relación de comunión, a través del tacto y de la fragilidad de la carne.
Hemos sido llamados a crecer, a desarrollarnos, a volvernos competentes y a luchar por la justicia y por la paz; pero, en definitiva, todo está destinado a la entrega de nosotros mismos, al reposo y a la celebración de la comunión.
Todo empieza en la comunión, todo culmina en la comunión. Todo empieza en la fiesta de las bodas y todo se consuma en la fiesta de las bodas, en la que nos entregamos con amor"…
Jean Vanier. Jesús, el don del amor
PARA REZAR
Bienaventuranzas de LA JUSTICIA Y LA PAZ
Dichosos los no violentos
porque han renunciado a la agresividad,
porque no les gusta eso de «ojo por ojo y diente por diente»,
porque no desean ni hacen mal a nadie.
Feliz el que no responde a la injuria con otra injuria,
al insulto con otro insulto, a la bofetada con otra bofetada.
Dichosos ellos porque la paz será siempre su compañera.
Felices los que cuando les piden, dan;
los que cuando ven que alguien los necesita,
no le vuelven la cara sino que se dan;
los que saben animar, ayudar, acompañar,
los que saben alegrar a quienes viven a su lado.
Dichosos los que tienen la paz en el corazón
acurrucada como una paloma,
y nunca desean la violencia para que no se espante esa paloma.
Esa paloma significa que saben amar mucho.
Felices ustedes los que aman a la familia
haciendo de su casa un hogar feliz.
Dichosos los que aman a los amigos, a los cercanos…
Pero serán más dichosos si son capaces de amar a sus enemigos,
si aprenden a devolver bien por mal.
Dichosos ustedes si
rechazan positivamente toda violencia
y se declaran ante el mundo «amigos de la paz»
y dicen ¡no! a la guerra, y a la carrera de armamentos,
y al terrorismo, y al manejo, y a la mentira…
mientras que se manifiestan partidarios
del pan, la salud y la cultura.
Dichosos ustedes si se profesan amigos
de todos los hombres y de todos los pueblos.
Dichosos mil veces ustedes,
hombres y mujeres de la Paz.
Dichosos ustedes porque la Paloma de Dios
se acurruca serena en su corazón,
porque son hijos del fuego,
hijos del amor.