
Lecturas del Miércoles de la 26ª semana del Tiempo Ordinario

Lecturas del Miércoles de la 26ª semana del Tiempo Ordinario
Miércoles, 4 de octubre de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de Nehemías (2,1-8):
Era el mes de Nisán del año veinte del rey Artajerjes. Tenía el vino delante, y yo tomé la copa y se la serví. En su presencia no debía tener cara triste.
El rey me preguntó: «¿Qué te pasa, que tienes mala cara? Tú no estás enfermo, sino triste.»
Me llevé un susto, pero contesté al rey: «Viva su majestad eternamente. ¿Cómo no he de estar triste cuando la ciudad donde se hallan enterrados mis padres está en ruinas, y sus puertas consumidas por el fuego?»
El rey me dijo: «¿Qué es lo que pretendes?»
Me encomendé al Dios del cielo y respondí: «Si a su majestad le parece bien, y si está satisfecho de su siervo, déjeme ir a Judá a reconstruir la ciudad donde están enterrados mis padres.»
El rey y la reina, que estaba sentada a su lado, me preguntaron: «¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?»
Al rey le pareció bien la fecha que le indiqué y me dejó ir.
Pero añadí: «Si a su majestad le parece bien, que me den cartas para los gobernadores de Transeufratina, a fin de que me faciliten el viaje hasta Judá. Y una carta dirigida a Asaf, superintendente de los bosques reales para que me suministren tablones para las puertas de la ciudadela de templo, para el muro de la ciudad y para la casa donde me instalaré.»
Gracias a Dios, el rey me lo concedió todo.
Palabra de Dios
Salmo del Día
Salmo 136
Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha.
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,57-62):
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio
Por el Padre Daniel Manzuc
Por Monseñor Munilla
PARA REFLEXIONAR
- La corte del poderoso rey de Persia tiene todavía esclavos extranjeros. Nehemías, judío de la diáspora, como encargado de la bodega real goza de la confianza del rey persa. Han llegado a sus oídos noticias de que en Jerusalén las cosas van mal.
- Como judío de corazón vive intensamente el drama de sus hermanos, obligados a abandonar la restauración de la ciudad y del templo. La muralla de Jerusalén está llena de brechas, y sus puertas incendiadas.
- Siendo tan sólo un esclavo, Dios lo va a buscar a su trabajo habitual para que sea el gran animador de la reconstrucción de Jerusalén.
- Ese pobre servidor tiene un gran corazón y sufre por el sufrimiento de su pueblo. Nehemías se ha formado en la corte de Persia y ha adquirido competencia en la organización de una casa real. Se siente llamado a poner este conocimiento al servicio de sus compatriotas.
- Solidario y sensible, amasa en su corazón un plan de acción: irá al país y reunirá alrededor de su persona los anhelos del pueblo. Entonces con habilidad llevará la conversación con el rey y logrará el permiso necesario.
- Una ciudad no se reconstruye de un solo golpe. El compromiso de Nehemías supondrá un enorme y largo esfuerzo. Realista y práctico, Nehemías es también un hombre de oración que intercede, suplica, confiesa en el marco de la alianza entre Dios y su pueblo. Ora por la desgracia de sus hermanos, en las negociaciones con el rey, y por el pecado de su pueblo.
- Su oración lleva consigo implicaciones personales y colectivas, en la línea de una auténtica oración litúrgica. Nehemías y el pueblo se identifican. Dios le concede lo que ha pedido, de tal forma que puede marchar hacia Jerusalén y disponer de todo el material para llevar a cabo la obra de reconstruir la ciudad. Nehemías, laico, y Esdras, sacerdote, trabajarán juntos en la gran obra.
***
- Jesús en el camino hacia Jerusalén, donde va al encuentro con su destino, establece criterios para aquellos que quieren ser sus discípulos. Con mucha claridad muestra lo que significa renunciar a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo.
- En territorio samaritano se presentan a Jesús tres candidatos al discipulado y a la misión. El primer y el tercer candidato se presentan espontáneamente a Jesús mientras que el segundo es llamado directamente. El evangelio nos coloca frente a tres actitudes. Las respuestas que encontramos no debemos tomarlas al pie de la letra, sino como una manera expresiva de acentuar la radicalidad del seguimiento que pide Jesús, y su urgencia, porque hay mucho trabajo y no nos podemos entretener en cosas secundarias.
- La existencia de Jesús se tipifica en forma de camino, por lo tanto la de sus discípulos tendrá que aparecer como seguimiento. Frente a aquéllos que quieran seguirlo, poniéndole condiciones, Jesús exige renuncia e incondicionalidad confiada en las manos del Padre.
- Seguir a Jesús exige el «en seguida» y el «totalmente». El Reino de Jesús no es una mezcla entre el sí y el no; por eso lo recibe el que se arriesga.
- Jesús convoca a todos los hombres, invitándonos a construir el Reino. Esto implica: abandono del pasado para dar paso a la novedad del evangelio, pasión por el presente vivido en la entrega y la generosidad, mirada puesta en el futuro, sostenidos por la esperanza en un Dios que no defrauda.
PARA DISCERNIR
- ¿Acepto las condiciones de Jesús para seguirlo?
- ¿Cuáles son mis excusas?
- ¿Siento pasión por el reino?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Te seguiré adonde vayas
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Escribe la Santa:
…"Un domingo, contemplando una imagen de Nuestro Señor en la Cruz, quedé profundamente impresionada al ver la sangre que caía de una de sus manos divinas. Experimenté una pena inmensa al pensar que aquella sangre caía al suelo sin que nadie se cuidara de recogerla; y resolví mantenerme constantemente en espíritu al pie de la cruz para recibir el divino rocío que goteaba, comprendiendo que luego tendría que derramarlo sobre las almas. "El grito de Jesús en la cruz: "¡Tengo sed!", resonaba continuamente en mi corazón. Aquellas palabras encendían en mí un ardor muy vivo y desconocido. Deseaba dar de beber a mí Amado. Yo misma me sentía devorada por la sed de almas. No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían, sino la de los grandes pecadores. Me abrasaba el deseo de librarlas del fuego eterno"…
De Santa Teresita del Niño Jesús
PARA REZAR
Una cosa yo he aprendido
de mi vida al caminar,
no puedo ganarle a Dios,
cuando se trata de dar.
Por más que yo quiero darle,
siempre me gana Él a mí,
porque me regresa más
de lo que yo le pedí.
Se puede dar sin amor,
no se puede amar sin dar,
si yo doy no es porque tengo,
más bien tengo porque doy.
Y cuando Dios me pide,
es que me quiere dar,
y cuando Dios me da,
es que me quiere pedir.
Si tú quieres, haz el intento
y comienza a darle hoy,
y verás que en poco tiempo
tú también podrás decir:
Una cosa yo he aprendido
de mi vida al caminar,
no puedo ganarle a Dios
cuando se trata de dar.
Amigos de la Tarahumara