Lecturas del Martes de la 5ª semana del Tiempo Ordinario

06.02.2023

Lecturas del Martes de la 5ª semana del Tiempo Ordinario

Martes, 7 de febrero de 2023

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (1,20-2,4a):
Dijo Dios:
«Bullan las aguas de seres vivientes, y vuelen los pájaros sobre la tierra frente al firmamento del cielo».
Y creó Dios los grandes cetáceos y los seres vivientes que se deslizan y que las aguas fueron produciendo según sus especies, y las aves aladas según sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Luego los bendijo Dios, diciendo:
«Sed fecundos y multiplicaos, llenad las aguas del mar; y que las aves se multipliquen en la tierra».
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.
Dijo Dios:
«Produzca la tierra seres vivientes según sus especies: ganados, reptiles y fieras según sus especies».
Y así fue.
E hizo Dios las fieras según sus especies, los ganados según sus especies y los reptiles según sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Dijo Dios:
«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra».
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.
Dios los bendijo; y les dijo Dios:
«Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra».
Y dijo Dios:
«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los árboles frutales que engendran semilla: os servirán de alimento. Y la hierba verde servirá de alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra y a todo ser que respira».
Y así fue.
Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Así quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo el universo.
Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho.
Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de toda la obra que Dios había hecho cuando creó.
Esta es la historia del cielo y de la tierra cuando fueron creados.
Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 8

Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él? 

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies. 

Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. 


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-13):
En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseo y los escribas le preguntaron:
«Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
"Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos".
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Y añadió:
«Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte". Pero vosotros decís: "Si uno le dice al padre o a la madre: los bienes con que podría ayudarte son 'corbán', es decir, ofrenda sagrada", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre; invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os transmitís; y hacéis otras muchas cosas semejantes».
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio del Padre Daniel Manzuc




PARA REFLEXIONAR

  • Si en los primeros cuatro días Dios había creado la luz, las aguas, el día y la noche, ahora el relato del Génesis nos dice, con su lenguaje particular, cómo nació la vida en la tierra.
  • Primero, la vida en las aguas marinas. Luego, en la tierra, con toda clase de animales y finalmente la pareja humana. En este último día, el comentario que se pone en labios de Dios, es que todo lo que había hecho era muy bueno. El hombre y la mujer aparecen como la cumbre de la creación.
  • El día séptimo «descansó Dios de todo el trabajo que había hecho». Frase en la que se motiva el «sabbat»: descanso del día séptimo de la semana judía. Este esquema narrativo no quiere ser científico o histórico, sino que presenta una intención religiosa muy interesante: nos está diciendo que todo procede de Dios y que todo lo ha pensado para bien de la raza humana.
  • El vértice del texto de hoy está claramente en la creación del ser humano a nuestra imagen y semejanza. El mensaje central es que no somos frutos del mero azar, de la fuerza ciega de la evolución. Somos fruto de un amor infinito, fuente de nuestra más radical dignidad, de nuestra más enriquecedora diversidad, de la más apasionante misión que consiste en cuidar y desarrollar la obra de Dios.

***

  • En el Evangelio de hoy, la primera afirmación importante que hace Jesús, es que el mandamiento de Dios y las tradiciones de los hombres tienen que ser considerados como dos cosas distintas. No están en el mismo plano, sino que el primero es perenne y las segundas son provisionales. Además, las tradiciones, aunque hayan nacido como un esfuerzo de interpretación del mandamiento e incluso como un intento de veneración del mismo, no tienen que esconder a dicho mandamiento, hasta el punto de distraernos de lo que es esencial.
  • En la segunda afirmación Jesús rechaza la distinción judía entre lo puro y lo impuro, entre una esfera religiosa, separada, en la que Dios está presente, y otra esfera ordinaria, cotidiana, en la que Dios está ausente. La impureza radica en el pecado que llevamos dentro de nosotros.
  • La tercera afirmación apunta a la absurda tradición del "corbán", que permitía a los hijos, desentenderse del deber de mantener a los padres ancianos e inválidos, gracias a una pequeña ofrenda hecha al Templo.
  • Lo esencial del texto está constituido por la pequeña parábola de Jesús, en la que pone de manifiesto que no son las cosas las que contaminan, sino que es el mismo ser humano, quien a partir de sus opciones, de sus decisiones, le dice sí o no a Dios mismo, haciéndose así puro o impuro frente al proyecto de Dios en la historia.
  • Jesús afirma la moral del corazón, no sólo la de las acciones. Cuando la conducta es ciega, es porque el corazón está en desorden. Es necesario entonces, un esfuerzo continuo de purificación. No se trata tampoco de hacer las cosas de corazón, fuera de toda ley, sino de hacer cosas que procedan de un corazón recto. Es el corazón el que tiene que estar purificado, porque tiene que estar abierto de modo que pueda captar la voluntad de Dios. La voluntad de Dios no es simplemente letra escrita, ni repetición de costumbres.
  • El corazón purificado del que habla Jesús, está hecho de fe y disponibilidad. Se trata de crear una situación interior capaz de conocer al verdadero Dios, capaz de descubrir su voluntad en lo cambiante de la vida cotidiana. El corazón es el lugar donde Dios se revela, no simplemente el lugar donde se percibe la obligatoriedad de una ley y donde se encuentra la fuerza para repetirla.
  • Jesús desde la referencia al mandamiento del amor a los padres, restablece la verdad de la naturaleza de las cosas.
  • El evangelio nos llama a que no nos limitemos a honrar al Señor sólo con los labios, mientras nuestro corazón permanece lejos de Él por falta de un amor auténtico, que nos ponga al servicio de nuestros hermanos.
  • Nuestra fe es una invitación a entrar en relación con una persona, Jesús, y dejar que su amor y su presencia llegue hasta el centro de nuestro corazón. Estar cerca de Jesús, significa que Él habita en nosotros y transforma nuestra existencia; para que permaneciendo en nosotros y desde nosotros, se manifieste con las obras concretas de nuestra vida, que Él sigue amando y salvando a todos mediante su Iglesia.


PARA DISCERNIR

  • ¿Qué idea tengo acerca de la pureza evangélica?
  • ¿Qué significa que nuestra vida esté cerca de la del Señor?
  • ¿Cómo puedo vivir una moral desde la fe?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Alabo tu Nombre Señor


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

..."Al principio se confió a ambos (al hombre y a la mujer) la tarea de conservar su propia semejanza con Dios, dominar sobre la tierra y propagar el género humano. Ser todos de Dios, entregarse a él, a su servicio, por amor, ésa es la vocación no sólo de algunos elegidos, sino de todo cristiano; consagrado o no consagrado, hombre o mujer [...].

Cada uno está llamado a seguir a Cristo. Y cuanto más avance cada uno por esta vía, más semejante se hará a Cristo, puesto que Cristo personifica el ideal de la perfección humana libre de todo defecto y carácter unilateral, rica en rasgos característicos tanto masculinos como femeninos, libre de toda limitación terrena; sus seguidores fieles se ven cada vez más elevados por encima de los confines de la naturaleza. Por eso vemos en algunos hombres santos una bondad y una ternura femenina, un cuidado verdaderamente materno por las almas a ellos confiadas; y en algunas mujeres santas una audacia, una prontitud y una decisión verdaderamente masculinas. Así, el seguimiento de Cristo lleva a desarrollar en plenitud la originaria vocación humana: ser verdadera imagen de Dios; imagen del Señor de lo creado, conservando, protegiendo e incrementando a toda criatura que se encuentra en su propio ámbito, imagen del Padre, engendrando y educando -a través de una paternidad y una maternidad espirituales- hijos para el Reino de Dios.

La elevación por encima de los límites de la naturaleza, que es la obra más excelsa de la gracia, no puede ser alcanzada, ciertamente, por medio de una lucha individual contra la naturaleza o mediante la negación de nuestros propios límites, sino sólo mediante la humilde sujeción al nuevo orden entregado por Dios"...

E. Stein, edición española: La mujer, Ediciones Palabra, Madrid 1998.


PARA REZAR

Tú y yo nos vamos haciendo

En ti estoy, de ti vengo, a ti voy.
Estás fuera de mí, puedo encerrarme.
Estás dentro de mí, puedo encerrarte.
No puedo dejar de estar en ti.
Mi carne extiende raíces que llegan hasta ti.

Puedo olvidarlo.
Mi espíritu es una chispa
que brota de tu incendio.
Puedo ignorarlo.
No puedo dejar de venir de ti.
Mis ojos buscan su horizonte.
Mi corazón, su hogar universal.

Puedo extraviarme en una encrucijada.
Puedo paralizarme en algún hogar.
No puedo dejar de ir hacia ti.
No vi tu rostro cuando salí de ti.
No fue una despedida.

Allí empezó un encuentro sin orillas.
Cada tarde añado en mi lienzo
un nuevo rasgo tuyo.
Cada tarde añades en tu lienzo
un nuevo rasgo mío.

En medio del camino al adivinar una frente,
al estrechar una mano, al mirar unos ojos,
al nacer el futuro, al morir el presente,
yo te descubro, yo me descubro.

Dentro de mí, los dos a la par,
uno hacia el otro, nos vamos haciendo...
Ahora te veo, Señor marginado,
maestro sirviendo, madre exprimida,
padre sin nada, infinito pidiendo, libre clavado.

Ahora te veo, pueblo en camino.
Y en este misterio se pierden mis días,
mis razones y mis sueños.
Tú y yo nos vamos haciendo tu pueblo.

B. González Buelta s.j.


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