Lecturas de hoy Viernes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

24.11.2023

Lecturas de hoy Viernes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, viernes, 24 de noviembre de 2023

Primera lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos (4,36-37.52-59):
En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: «Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo.»
Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno, que es el de Casleu, madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos recién construido. En el aniversario del día en que lo habían profanado los paganos, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y platillos. Todo el pueblo se postró en tierra, adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días, celebraron la consagración, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y rodelas. Consagraron también el portal y las dependencias, poniéndoles puertas. El pueblo entero celebró una gran fiesta, que canceló la afrenta de los paganos. Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar, con solemnes festejos, durante ocho días, a partir del veinticinco del mes de Casleu.
Palabra de Dios


Salmo

1 Cronicas 29

Alabamos, Señor, tu nombre glorioso

Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. 

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. 

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. 

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. 


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48):
En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."»
Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

Por el Padre Daniel Manzuc


Por Monseñor Munilla



PARA REFLEXIONAR

  • La rebelión de 167 a. C., promovida por la familia de los Macabeos, terminó con la victoria. Los judíos obtienen por las armas, una autonomía mayor y más respetuosa de su religión. Saltando varios capítulos del relato de los Macabeos, llegamos al invierno del año 164 a. C.; a la victoria final sobre las tropas de Antíoco y a la fiesta de la nueva consagración del Templo.
  • Los Macabeos que son de familia sacerdotal llegan a ser sumos sacerdotes y reyes; su dinastía durará casi hasta el tiempo de Jesús. Por fin, el 25 de Kisleu del año 148 (14 de diciembre del 164 a. C.), exactamente tres años después de su profanación, y después de tres semanas de duro trabajo de restauración, Judas Macabeo y los suyos ofrecen sacrificios de reparación a Dios en el templo y consagran de nuevo su altar. Yahvé tomaba de nuevo posesión de su casa.
  • La fiesta duró ocho días en los que ofrecieron holocaustos con alegría, y sacrificios de acción de gracias y de alabanza a Dios, "que les había dado éxito". Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y escudos; restauraron las entradas y las salas y les pusieron puertas: "Cantando himnos y tocando cítaras, alabando".
  • Judas «determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar con festejos solemnes»: Esta fiesta se celebraba en tiempos de Cristo en el mes noveno, el mes de Kisleu, con el nombre de "La Dedicación" o «Fiesta de las Luminarias», porque se encendían muchas lámparas.
  • Restaurar el templo era un símbolo de la importancia que daba el pueblo a la Alianza con Dios y al culto. Esta celebración expresa el sentido profundamente religioso de su lucha.

***

  • Las peregrinaciones anuales a Jerusalén eran una importante fuente de comercio. Muchos israelitas acudían con sus animales durante la pascua para ofrecer un sacrificio a Dios. Todos los aportes y transacciones que se realizaban en el templo, era necesario que se hiciesen con la moneda judía. Por ese motivo, alrededor del templo se había organizado un comercio muy fuerte en torno al cambio de moneda romana por moneda judía y a la compra y venta de animales para los sacrificios. Los mercaderes se aprovechaban de la necesidad de animales puros para los sacrificios, elevando considerablemente sus precios.
  • El templo había sido construido para ser lugar de culto al Dios vivo, en cambio se había montado un gran negocio con la piedad del pueblo. Esta realidad provoca la ira de Jesús que llega a Jerusalén en compañía de sus discípulos.
  • Ayer Jesús lloró sobre su ciudad, triste por la ruina que se le avecina. Hoy se pone a echar a los vendedores realizando un gesto profético y valiente. Su interés era advertir al pueblo sobre el peligro de una piedad afianzada exclusivamente en el templo. Por esta razón, las acciones que siguieron se encaminan hacia la enseñanza de la multitud y la ayuda de los necesitados.
  • Cristo quiere restablecer el sentido de la alianza en el corazón del templo para que aparezca un nuevo tipo de liturgia basado en la Palabra viva de Dios y en la obediencia a ella. Jesús, que es la Palabra entra de modo solemne en el templo, ese lugar privilegiado en donde Él podrá concluir de manera sorprendente su enseñanza.
  • El contenido esencial del sacrificio de Cristo es la obediencia. En la obediencia a su Palabra, se encuentra la obediencia a Él mismo y a su plan de salvación. La palabra debe ser escuchada en los acontecimientos, que nos descubren la presencia de Dios en el mundo.
  • Ante estas intervenciones de Dios en la propia vida, tenemos la posibilidad de aceptarla; también está presente en nosotros el intento de eliminación de esta palabra que nos inquieta, tal como sucedió en la vida de muchos, durante la predicación de Jesús en Jerusalén. De la elección que hagamos entre estas dos formas de recibir la Palabra, depende el valor de nuestra fe y de nuestro encuentro con Dios, que da sentido a toda nuestra existencia.
  • Jesús nos sale al paso y nos llama a hacer de nuestras comunidades y de nuestras vidas un lugar de culto al Dios de la Vida. La intervención de Jesús en el Templo es una llamada de atención para que vivamos nuestra fe en autenticidad y sinceridad. Hoy sigue habiendo mercaderes en el Templo. Cada hombre es "templo del Espíritu Santo" y hay muchos hombres y mujeres cuyos templos están siendo profanados con todo tipo de abusos morales, económicos, sicológicos y físicos. Este panorama debería suscitar en nosotros la misma pasión de Jesús por lo que es sagrado: cada hombre.
  • También nuestros templos materiales como espacio sagrado deben adquirir su verdadero sentido como lugar y forma de encuentro con Dios, verdaderas casas de oración, abiertas a todos, y lugar donde Jesús sigue enseñando con la fuerza salvadora de su Palabra.


PARA DISCERNIR

  • ¿Experimento mi vida como templo de Dios?
  • ¿Dignifico la vida de mis hermanos?
  • ¿Mi relación con Dios está marcada por la veracidad y la sinceridad?


REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA

Señor, enséñame a orar


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Que el templo interior sea tan bello como el de piedras

…"Cuando tres están reunidos en mi nombre (Mt 18,20) forman ya una iglesia. Guarda a los millares aquí congregados: sus corazones ya habían preparado un santuario antes que nuestras manos construyeran éste para gloria de tu nombre. Que el templo interior sea tan bello como el de piedras. Dígnate habitar tanto en el uno como en el otro; tanto nuestros corazones como sus piedras está marcados con tu nombre.

La omnipotencia de Dios se hubiera podido levantar cómodamente, no más que tal como él con un gesto, ha dado existencia al universo. Pero Dios ha construido al hombre a fin de que el hombre construyera unas mansiones para él. ¡Bendita sea su clemencia que tanto nos ha amado! Él es infinito; nosotros somos limitados. Él ha construido para nosotros el mundo; nosotros le construimos una casa. Es admirable que el hombre pueda construir una morada al Todopoderoso presente en todo, a quien nada se le puede escapar.

Habita en medio de nosotros con ternura; nos atrae con vínculos de amor; se queda entre nosotros y nos llama para que escojamos el camino del cielo para habitar con él. Él dejó su morada y se escogió la Iglesia para que abandonemos nuestra morada y escojamos el paraíso. Dios habita entre los hombres para que los hombres encuentren a Dios"…

La liturgia maronita – Oración para la dedicación de una iglesia


PARA REZAR

Nos encontramos aquí, Señor,
porque tu amor nos invita y nos espera.
Venimos con nuestras alegrías y penas,
inquietudes y certezas,
aciertos y errores.
Te pedimos que nos despiertes los sentidos,
para poder percibir tu presencia;
y escucharte, y encontrarte;
en las lecturas, las oraciones, las canciones;
en cada hermano y en cada hermana;
en el sonido y en el silencio.
Despierta, Señor,
nuestra sensibilidad adormecida por la rutina,
y renueva siempre en nosotros,
la sed de ti.
Quédate y bendícenos,
alumbra nuestro andar,
ahora y siempre,
por tu gran amor.
Amén.


Claudia Ursini


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