Lecturas de hoy Miércoles de la 5ª semana de Cuaresma

06.04.2022

Lecturas de hoy Miércoles de la 5ª semana de Cuaresma

Hoy, miércoles, 6 de abril de 2022

Primera lectura

Lectura de la profecIa de Daniel (3,14-20.91-92.95):
En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo:
«¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no teméis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis arrojados inmediatamente al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?».
Sidrac, Misac y Abdénago contestaron al rey Nabucodonosor:
«A eso no tenemos por qué responderte. Si nuestro Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido, nos librará, oh rey, de tus manos. Y aunque no lo hiciera, que te conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido».
Entonces Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido.
Entonces el rey Nabucodonosor se alarmó, se levantó y preguntó, estupefacto, a sus consejeros:
«¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?».
Le respondieron:
«Así es, majestad».
Preguntó:
«Entonces, ¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el fuego sin sufrir daño alguno? Y el cuarto parece un ser divino».
Nabucodonosor, entonces, dijo:
«Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y entregaron sus cuerpos antes que venerar y adorar a otros dioses fuera del suyo».
Palabra de Dios


Salmo


Daniel 3

A ti gloria y alabanza por los siglos

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres.
Bendito tu nombre, santo y glorioso.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria.

Bendito eres sobre el trono de tu reino.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas
los abismos.

Bendito eres en la bóveda del cielo.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (8,31-42):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Le replicaron:
«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».
Ellos replicaron:
«Nuestro padre es Abrahán».
Jesús les dijo:
«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron:
«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».
Jesús les contestó:
«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy



PARA REFLEXIONAR

  • En la primera lectura, el profeta nos narra cómo el Señor envía un ángel a salvar a sus siervos. Los justos son aquellos que en medio del fuego de las pruebas y persecuciones mantienen la fidelidad y la confianza en Dios, que los hace libres. Los tres jóvenes son imagen del pueblo fiel que persevera en la alabanza, a pesar de las dificultades.
  • El rey de Babilonia ha levantado un gran ídolo en medio de la llanura y ha convocado a la muchedumbre; todos alineados, tendrán que rendirle culto. Se impone la religión del Estado. Está prohibido pensar de modo distinto que el rey y el que se niega a hacerlo es enviado al gran horno. Los «tres jóvenes» de Daniel han elegido no someterse a nadie, sino sólo a Dios.
  • Aquí se manifiesta la fe y la esperanza invencibles de los que creen en Dios, ni el tormento del fuego es capaz de hacerlos renegar. El Dios de Sidraj, Misaj y Abed-Nego es el Dios de Israel; por tanto, los israelitas han de proceder de semejante manera. El fuego destinado a devorar a los creyentes quema a los impíos que lo encienden, y los fieles son capaces de caminar por las llamas bendiciendo a Dios.

***

  • Los judíos estaban orgullosos de ser hijos de Abraham y se creían por eso, interiormente libres y superiores, aunque externamente estuvieran sometidos al poder de Roma. Jesús les dice que la verdadera esclavitud del hombre no consiste en una servidumbre externa, sino en la esclavitud del pecado.
  • Para San Juan, pecar es convertirse en esclavo, tener por padre al «padre de la mentira»; los judíos son pecadores porque no aceptan a Cristo, «la Verdad» y, por tanto, esclavos; de ahí que no pueden ser hijos de Abrahán, hijos de la libertad. Sólo Jesús es el verdadero Hijo de Dios, conocedor del Padre. Y por eso sólo El puede dar la verdadera libertad.
  • No son libres los judíos meramente por ser herederos de Abrahán a pesar de estar orgullosos de ello. Si no pueden liberarse del pecado, son esclavos. Si no buscan alcanzar la verdad, son esclavos. Si no creen en el Enviado de Dios, siguen en la oscuridad y la esclavitud. Y al contrario: si se mantienen en la palabra de Jesús "conocerán la verdad y la verdad los hará libres".
  • Jesús les muestra a los judíos que no basta con la descendencia carnal, genética. La verdadera descendencia es la del corazón. Sólo es verdadero hijo de Abrahán el que hace la voluntad de Dios, escucha su Palabra y obedece, como hizo el patriarca hace tantos siglos, como hizo el mismo Jesús; y como lo debe vivir cada discípulo.
  • Así como para Israel la Pascua fue la liberación de Egipto, estamos caminando a la celebración de la Pascua que es dejarse comunicar la libertad del Resucitado.
  • El cristiano es un hombre libre porque ha sido liberado por Cristo, llamado a ser dueño de todas las cosas y a no estar sometido a nadie. El cristiano es un servidor lleno de obediencia, que por amor se somete libremente a todos. Lo paradójico, del evangelio es que la esclavitud del amor compasivo y servicial a los demás es el signo de haber alcanzado la liberación de toda otra esclavitud.
  • Jesús es perfectamente libre, porque es perfectamente Hijo. Ama a su Padre y en nombre de ese amor da su vida. Es libre porque ama: no está apegado a sí mismo. Nada lo detiene. Ningún egoísmo. Ningún obstáculo al amor.
  • Sólo el amor libera. Amar sólo al Dios verdadero. Someterse sólo al Dios verdadero. Es el único medio para no estar sometido a nadie y liberarse de cualquier ídolo.
  • La Pascua de Jesús quiere ser para nosotros un crecimiento en libertad interior. En medio de un mundo que nos ofrece muchos valores, pero también nos tienta con contravalores que nos llevan irremediablemente a la esclavitud, se nos invita a ser libres.
  • Nos toca vivir en una sociedad pluralista y compleja en la que Jesús nos pide que permanezcamos firmes y motivados por la fe en su Palabra.
  • En medio de una maraña de corrientes y conductas tendremos que crecer en la libertad que nos da la verdad de Cristo. Y esto no es algo que alcanzamos con el simple esfuerzo; se da cuando le dejamos campo abierto a Dios para que obre en nuestra vida y su gracia nos anime a dar pasos de seguimiento a Jesús: el hombre libre y liberador.


PARA DISCERNIR

  • ¿Cuál es el fruto que da en mi vida la opción por Cristo?
  • ¿Cuál es la obra que me está diciendo a mí si opto por Cristo o no?
  • ¿Experimentamos que la verdad nos hace libres?
  • ¿Nos sentimos libres, O tenemos que reconocer que hay cadenas que nos atan? ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez de qué somos esclavos?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Para que seamos libres nos ha liberado Cristo


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL


...
La libertad consiste precisamente en el poder de darse. La existencia humana, en su originalidad, es una oferta, un don, y la libertad se lleva a cabo en el encuentro con el Otro. La grandeza del hombre está dentro de nosotros [...] porque sólo el hombre puede tomar la iniciativa del don al que está llamado. Dios no puede violar la libertad porque es él mismo quien la suscita y la hace inviolable. Jesús, Dios, de rodillas ante sus apóstoles, es la tentativa suprema para avivar la fuente que debe brotar para la vida eterna.

En su muerte atroz, Jesús revela el precio de nuestra libertad: la cruz. Lo cual quiere decir que nuestra libertada Ios ojos del Señor Jesús tiene un valor infinito. Muere para que la libertad nazca en el diálogo de amor que la llevará a plenitud. Nadie como Jesús ha tenido pasión por el hombre, nadie como él ha puesto al hombre tan alto, nadie como Jesús ha pagado el precio de la dignidad humana. Cristo introduce una nueva escala de valores. Esta transformación de valores se inaugura con el lavatorio de los pies, ¡y el mundo cristiano todavía no se ha dado cuenta! Jesús nos da una lección de grandeza, porque la grandeza ha cambiado de aspecto: no consiste en dominar, sino en servir...

M. Zundel, Estupor y pobreza, Padua 1990, 19s)


PARA REZAR

Jesús hombre libre

Nosotros tenemos tu secreto.
Podremos ser como tú.
Felices seremos si recibimos tu mensaje.
Es un mensaje en clave,
por eso el mundo no lo entiende.
Tampoco nosotros seremos comprendidos
si acertamos a cumplirlo en nuestras vidas.
Podremos llegar a entenderlo?
Tú nos aseguras que seremos libres
si las riquezas no nos atan,
si sabemos compartir con los demás,
si aguantamos las ofensas sin vengarnos,
si sentimos en nosotros las desgracias ajenas,
si buscamos la justicia
por encima de nuestros intereses,
si tratamos de comprender y perdonar,
si nuestra mirada y nuestro corazón son limpios,
si ponemos paz en nuestro interior y en derredor nuestro,
si nos desprecian y persiguen por obrar rectamente,
si interpretan mal el bien que hemos hecho.
Jesús, es sencillo, pero nada fácil.
Por eso pedimos tu ayuda.
Lo que nosotros no podemos,
que tu Espíritu lo realice en nosotros,
para que cada día nos sintamos más libres
y nos vayamos pareciendo a Ti. 


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