Lecturas de hoy Lunes Santo

11.04.2022

Lecturas de hoy Lunes Santo

Hoy, lunes, 11 de abril de 2022

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (42,1-7):
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.
Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella:
«Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas».
Palabra de Dios


Salmo Del Día



Salmo 26

El Señor es mi luz y mi salvación

El Señor es la defensa de mí vida,
¿quién me hará temblar?

Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen.

Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,1-11):
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:
«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.
Jesús dijo:
- «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.
Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy



PARA REFLEXIONAR

  • Entramos en la Semana Santa, seis días antes de la Pascua en la cena en Betania. Comienza la cuenta regresiva para la muerte de Jesús. Estamos con Jesús en el lugar "donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos", conecta lo que acababa de suceder -la experiencia de fe en la resurrección- con la Pasión de Jesús que está por comenzar.
  • Vamos a hacer un camino desde el amor y la adoración, dejándonos llevar por la imagen de María. Ella tomando la iniciativa, le rinde el homenaje de su cariño: lo unge con perfume de nardo puro, importado, y en abundante cantidad. Su costo de "trescientos denarios", era el equivalente de trescientos jornales para quien trabaja en el campo. El amor agradecido de María, es un amor que se desborda completamente.
  • Pero también descubrimos que en este camino, no todo es amor. En el mismo lugar, está Judas Iscariote, que reacciona negativamente frente al gesto desbordante de generosidad de María de Betania. El reproche que hace refleja su incapacidad de ver más allá. Sus motivaciones ocultas e inconfesadas están signadas por sus propios intereses.
  • Jesús le dará la correcta interpretación al gesto de María: "Para el día de mi sepultura". Este es el gesto de fe, de alguien que ha centrado todo en la persona de Jesús y ha entrado en el misterio de su Cruz.
  • Reafirmará Jesús con la frase "porque pobres siempre tendrán con ustedes", que no es el gesto de María y la aceptación por su parte no una negativa para el servicio a los pobres, sino precisamente lo contrario. Por la muerte de Jesús, desde los corazones redimidos por Él se expresará el amor a los hermanos. La Cruz de Jesús purifica y encamina todo amor. Judas va a contramano de esta propuesta.
  • Finalmente, entran en escena los sumos sacerdotes, quienes también reaccionan negativamente frente a Jesús, porque muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
  • Judas, es incapaz de abrirse al amor. Los sumos sacerdotes son incapaces de creer, aún frente a la evidencia. Es así como en torno a Jesús, surge el conflicto entre los que aman y buscan la vida, y los que solamente piensan en tramar acusaciones, trampas y muerte.
  • Frente a la fuerza de la amistad, se revelan también los secretos motivos ocultos de la mezquindad, la superficialidad y la maldad que también habitan en el corazón del hombre.
  • Este es el pecado: no querer dejarse interpelar, ni llamar, ni transformar por el lenguaje del amor de Jesús.


PARA DISCERNIR

  • ¿Calculo mi entrega al Señor?
  • ¿En qué le mezquino mi entrega?
  • ¿Dónde no lo dejo llegar?
  • ¿Con cuál de los dos discípulos me identifico más? ¿Por qué?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DIA

Hagan del amor la norma de su vida, a imitación de Cristo


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

...El ungüento que María extiende es el símbolo de la comunión nupcial con Jesús manifestado por la comunidad cristiana. Celebramos la llamada de nuestras comunidades cristianas, representadas por María de Betania, a la comunión total con Jesús, dador de vida. Es Él quien transforma lo que debería haber sido un banquete fúnebre en memoria de Lázaro en un banquete gozoso. Es Él quien cambia el hedor insoportable de un muerto «de cuatro días» en el perfume que inunda la casa de alegría. Es Él quien contesta a todos los Judas de la tierra, que consideran un despilfarro el ungüento precioso de la intimidad con Dios y oponen los pobres al Señor. Es Él quien rechaza la «práctica» de los que prefieren la eficiencia del dinero a cualquier éxtasis de amor y reducen maliciosamente a un valor monetario lo que no tiene precio. Es a Él, en resumidas cuentas, a quien debemos buscar en la oración del abandono, en la experiencia contemplativa y en nuestro modo de vivir.

Que el Señor nos libre del error de Judas, que, insensible al perfume de nardo, sólo escucha el tintinear de las monedas, y en vez de percibir el resplandor del aceite, se deja seducir por el brillo del dinero. ¿Cuál es este perfume de ungüento con el que debemos llenar la casa, y cuál es este buen olor de Cristo que debemos difundir por el mundo? El perfume que debe llenar la casa es la comunión. Naturalmente, como el que compró María de Betania, el ungüento de la comunión tiene un precio muy elevado. Y debemos pagarlo sin rebajas, con mucha oración, ya que no se trata de un producto comercial de venta en nuestras perfumerías, ni es fruto de nuestros esfuerzos titánicos. Es un don de Dios que debemos implorar sin cansarnos. Pero lo obtendremos, estoy seguro, y su perfume llenará toda nuestra Iglesia...

Bello, Lenguaje de comunión, Terlizzi 1991, 69-75, passim.


PARA REZAR

Salmo de los dos caminos.
Aquí estoy, Señor Jesús;
mis pasos buscan tus huellas.
La vida y la muerte están ante mí;
el bien y el mal se cruzan en mi corazón
que sin descanso busca, pide y llama.
Quiero dar frutos de paz y bien,
y dejar que las semillas
que has sembrado en mí se abran.
No dejes jamás, Señor,
que se marchiten mis hojas verdes,
ni que el viento las arranque,
una a una, de sus ramas.
Quiero seguir el camino del hombre nuevo,
del hombre que dice sí a la vida
y con tesón la guarda.
Señor Jesús,
contigo se hace el camino suave y ligero,
al llevar entre tú y yo
esta pesada carga.
Quiero ser buen discípulo tuyo,
y aprender de ti, Maestro,
a ser libre como el viento,
en Espíritu, que guía y salva.



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