Lecturas de hoy Lunes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

21.11.2022

Lecturas de hoy Lunes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, lunes, 21 de noviembre de 2022

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (14,1-3.4b-5):
Yo, Juan, miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabados en la frente su nombre y el nombre de su Padre. Oí también como una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era como de citaristas que tañían sus citaras.
Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se halló mentira: son intachables.
Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 23

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. 

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. 


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,1-4):
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy



PARA REFLEXIONAR sobre las lecturas de la Presentación de la Vírgen María al Templo

  ( Zacarías 2, 14-17 ; Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55 ; san Mateo 12, 46-50)

  • El 20 de noviembre del 543, tuvo lugar en Jerusalén la dedicación de la basílica de Santa María la Nueva, erigida sobre la colina de Sión, ante la explanada del templo. Las Iglesias de Oriente han ligado a esta dedicación el recuerdo de la «Entrada en el Templo de la Santísima Madre de Dios», que recogen las narraciones antiguas.
  • Desde siempre, y al estilo de cada época, a los niños o a los adolescentes se los ha presentado en comunidad para dejar constancia de la pertenencia de ellos al grupo. Inclusive religiosamente, el bautismo cristiano es una primera presentación: el abrirle la puerta de la fe al nuevo miembro.
  • Cuenta la tradición que por aquellos tiempos también se daban las presentaciones en el templo, y que Ana y Joaquín acudieron al lugar para ofrecer a su muchachita al Todopoderoso. Es lo que hoy celebra, como fiesta, la Iglesia.
  • La presentación de María en el templo no está narrada en ningún texto de la Sagrada Escritura; de él, sin embargo, hablan abundantemente y con muchos detalles algunos escritos apócrifos.
  • La Presentación de María, como se dice en Occidente, es el símbolo de la consagración que la Virgen Inmaculada hizo de sí misma al Señor en los albores de su vida consciente. Hoy contemplamos la dedicación total de María a la voluntad de Dios. Por eso es que hoy leemos en el evangelio la definición que Jesús da de su propia familia: "Todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre" (Mt 12,50).
  • María es plenamente la Madre de Jesús, no solamente porque lo llevó nueve meses en su vientre, porque lo dio a luz, porque lo alimentó y lo educó, sino porque ella escuchó y obedeció con una dedicación total su Palabra, porque esta Palabra fue el fuego que ardió en su corazón y le indicó la ruta de su proyecto de vida.
  • Durante toda su vida, desde la presentación en el Templo como ofrenda viviente al Señor y desde aquél día en que con su "sí" aceptó ser la Madre de Jesús, hasta la dramática experiencia del Calvario, María fue signo de la adhesión, de la fidelidad, de la consagración total a la voluntad de Dios.
  • De esta forma el misterio de María no se agota en ella misma sino que ilumina profundamente la vida de "todo" aquel que como ella viva un serio camino de discipulado. Porque María, por su consagración total a la voluntad de Dios, es el primer y más claro ejemplo del cumplimiento de las palabras de Jesús que escuchamos hoy, ella es también verdaderamente la "Madre" de la nueva familia de Jesús. María fue la primera y mejor cumplidora de la voluntad divina, cuando respondió: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38) y al proponer sin vacilar, pese a un aparente rechazo en Caná: "Hagan todo lo que ÉL les diga" (Jn 2, 5).
  • Este trozo de Mateo, entonces, lejos de significar un rechazo de María, en labios de su propio Hijo, revela a plena luz el gran papel de esta Madre en los planes de Dios: fue elegida para ser madre de muchos hermanos, que por la fe y la obediencia, darían constantemente nueva carne al Hijo que ella presentó al mundo.
  • He ahí la gran enseñanza de María para la Iglesia en este tiempo: haber sido reconocida por su Hijo como cumplidora de la Palabra, pero también, su gran invitación: tratar de ser reconocidos nosotros por lo mismo. Cumplir la Palabra es el gran mensaje de hoy, en esta fiesta de la Presentación de María. Será necesario mirar a fondo nuestro caminar, para encontrar nuevas opciones para cumplirla.
  • ..."María se consagra para siempre al servicio de Dios, y si sale del Templo es solamente porque Ella es el templo vivo en que debe habitar Jesús. ¿No es verdad acaso que te has presentado alguna vez a Dios para servirlo? Pero, cobarde de tí, pronto te has cansado de servir a un Señor tan bueno: te has retractado, con tus acciones, de la promesa que le habías hecho! Virgen Santa, preséntame a tu Hijo muy amado; quiero ser todo de Él hasta el fin de mi vida. En un cristiano, no es el comienzo, sino el fin lo que merece elogios. (San Jerónimo).


PARA DISCERNIR

  • ¿Experimento mi vida de fe como una consagración a Dios y al reino?
  • ¿Mi consagración la vivo como la encarnación de la Palabra en mi vida?
  • ¿Busco la ejemplaridad de María para mi vida de fe?


PARA REZAR

Himno de la Liturgia de las Horas

Esta era una niña con aire de flor,
agua más que el río, fuego más que el sol.
Vivía en el templo del rey Salomón,
oyendo en los salmos ecos de otra voz.
Quemaban su pecho, con celeste ardor,
palabras magníficas, silencio de Dios:
«¡Oh Padre que habitas en alto esplendor,
envía el rocío del Hijo de Dios!
¡Abrase la tierra; brote el Salvador!
¡LLoved, rojas nubes, al Dios de Jacob!
¡Floreced, collados, al Justo, al Señor,
lucero del alba, flor de la creación!»
Y al solio del Padre subía su clamor,
cual nube de incienso plegaria sin voz. 

Amén


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