Lecturas de hoy Jueves de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

Lecturas de hoy Jueves de la 21ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 25 de agosto de 2022
Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-9):
Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!
Palabra de Dios
Salmo del Día
Te alabamos Señor y bendecimos tu Nombre.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.
Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.
Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio de hoy
PARA REFLEXIONAR
- Corinto era una gran ciudad, puerto de mar, como la de Tesalónica, situada también en Grecia con aproximadamente medio millón de habitantes, dos tercios de los cuales eran esclavos.
- La comunidad cristiana de Corinto muy viva, con cualidades y con problemas fundada por Pablo en los años 51-52, vive en un ambiente pagano, con costumbres corrompidas y con las más variadas corrientes ideológicas.
- Al comienzo Pablo describe a los cristianos como «el pueblo santo que Jesucristo llamó», «la Iglesia de Dios que está en Corinto», que han recibido la gracia de Dios en Cristo Jesús, los que han «sido enriquecidos en todo».
- Pablo indica, de entrada que se dirige a sus interlocutores no a título personal, ni tampoco como simple «delegado» de la comunidad. Él es un apóstol, «enviado» de Jesucristo, por eso se compromete a cargar con todo el peso de una autoridad, remarcando que le viene de la libre voluntad de Dios.
***
- Hay que estar siempre preparados. Jesús en el evangelio de hoy nos habla de la incertidumbre del momento en que vendrá el Señor. Si queremos que nos encuentre velando en el momento de su llegada, no nos podemos distraer, ni quedarnos dormidos.
- Jesús conoce perfectamente la tendencia que tenemos a dejarnos envolver en las preocupaciones y búsquedas cotidianas, a tal punto que muchas veces terminamos sucumbiendo ante ellas. Las distracciones, los trabajos y los compromisos sociales toman completamente nuestra conciencia humana y terminamos por no descubrir lo que pasa en nuestro entorno.
- Jesús pone muchos ejemplos de esta atención: el que vigila por si viene un ladrón, el siervo que quiere complacer a su amo... Quizá hoy nos hablaría de un arquero de fútbol que no sabe cuándo ni de qué manera le vendrá la pelota.
- Pero, ¿de qué venida nos habla Jesús? ¿se trata de la hora de la muerte?; ¿se trata del fin del mundo? Ciertamente, son venidas del Señor que Él ha dejado expresamente en la incertidumbre para provocar en nosotros una atención constante.
- Cada día, cada hora, en cada instante, el Señor está cerca de nuestra vida. A través de las llamadas de nuestro corazón, a través de las personas que nos rodean, de los hechos que se van sucediendo, de los sufrimientos y necesidades del mundo, el Señor llama a nuestra puerta.
- Necesitamos estar atentos a la novedad que irrumpe como ladrón en la noche o como patrón en hora inesperada, y discernirla cristianamente para poder responder. La vigilancia se nos ha hecho un mecanismo de defensa que no da lugar a lo inesperado. No pensamos más que en todo lo que nos queda por hacer y olvidamos al amigo que viene por necesidad y por sorpresa. Los muros que construimos alrededor de nuestra vida, nos tienen demasiado bien protegidos y ya no conocemos la alegría de la sorpresa, o de una noticia inesperada; porque tememos a todo lo que puede llegar a nosotros sin previa identificación.
- La vida cristiana no es un reposo, sino una atenta vigilia en el amor y la conversión hecha cálido servicio en la comunidad y desde allí a toda la humanidad.
PARA DISCERNIR
- ¿Experimento las llamadas de Dios en la vida cotidiana?
- ¿Hay hechos que me resultan intrascendentes?
- ¿En qué acontecimientos experimento de un modo especial la llegada del Señor?
REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA
Espero en Vos, Señor
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
..."Si la trascendencia divina trasciende y abarca desde dentro el presente, el pasado y el futuro del hombre, en cuanto el hombre haya reconocido el primado del futuro en nuestra temporalidad, el fiel lo pondrá antes que nada, y con razón, en relación con la trascendencia de Dios. Por eso pondrá a Dios en relación con el futuro del hombre y en última instancia, puesto que el hombre es persona en una comunidad de hombres, con el futuro de toda la humanidad. Este es un terreno particularmente fértil para una nueva imagen de Dios en nuestra cultura; naturalmente, con el presupuesto de una auténtica fe en la realidad invisible de Dios, verdadera y propia fuente que, partiendo del mundo, estimula la formación de un «concepto» de Dios.
En semejante contexto cultural de vida, el Dios de los fieles se manifiesta a nosotros mismos como «el que viene», como el Dios que es nuestro futuro. Surge aquí entonces un cambio profundo: aquel a quien nosotros, en tiempos pasados, guiados por una imagen del hombre un tanto anticuada y por una concepción vieja del mundo, llamábamos el «totalmente otro» se presenta ahora como el «totalmente nuevo», como alguien que es nuestro futuro y crea un nuevo futuro humano. Se muestra como el Dios que, en Jesucristo, nos proporciona la posibilidad de crear el futuro, esto es, de hacerlo todo nuevo y de superar la historia pecaminosa de nosotros mismos y de todos los demás. Esta nueva cultura hará ciertamente que, de una manera maravillosa, redescubramos el alegre anuncio del Antiguo y del Nuevo Testamento, a saber: que el Dios de la promesa nos da la tarea de ponernos en camino hacia la tierra prometida, hacia una tierra que nosotros, como en un tiempo Israel y siempre con la confianza de la promesa, debemos transformar y hacer fértil"...
E. Schillebeeckx, Experiencia de fe, Friburgo 1984, p. 87
PARA REZAR