El Pueblo de Dios no puede aguantar tanto escándalo

23.03.2023

El pueblo de Dios no puede aguantar tanto escándalo

Padre Jorge, el 23.03.23

Te cansas y la gente también. Mejor dicho, se mueve entre el cansancio y el pasotismo, porque hay que reconocer que aquí vamos de susto en susto, de disparate en disparate y de ocurrencia en ocurrencia sin que nadie tenga cosa alguna que aportar.

Lo de las bendiciones a parejas homosexuales que conviven y mantienen relaciones es un machaque continuo. Recuerdo el entusiasmo que ponía en el asunto Jean-Claude Hollerich, cardenal arzobispo de Luxemburgo, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea y relator del sínodo, que en una entrevista nada menos que en L'Osservatore Romano se mostraba claramente favorable.

Ayer mismo conocíamos la noticia, en este mismo medio, de que según Johan Bonny, arzobispo de Amberes el Papa habría dado vía libre a la bendición de parejas homosexuales durante la visita ad limina del episcopado belga.

El caso es que vas al Compendio del catecismo nº 2357 y lees lo siguiente: "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso".

Pues se aclaren. Resulta que según el catecismo no pueden recibir aprobación en ningún caso. Vale. Doctrina de la fe "declara ilícita toda forma de bendición que tienda a reconocer sus uniones". Vale. Obispos y cardenales dicen que el papa lo aprueba.

Simplemente un cachondeo, especialmente porque nadie lo desmiente.

Y por si esto era poco, leo en Infovaticana que el cardenal Roche, para justificar las nuevas restricciones a la celebración de la santa misa según el misal de san Pío V, afirma que "el rito tiene que cambiar porque la Teología ha cambiado". Pues ya ven, la primera noticia. Sesenta años contándonos que el Vaticano II no era un concilio dogmático sino pastoral y ahora resulta que en realidad había supuesto un cambio en la teología.

No queda más remedio que acudir a la gran pregunta de Pilato: ¿y qué es la verdad?

Lo más seguro es que quién sabe. Suelo decir a la gente que me pregunta, que me pide consejo, que se agarren al catecismo de la Iglesia del año 1997, que no falla y es plenamente conciliar, que si es mucho se queden con el compendio, y que si todavía les parece excesivo, Astete y Ripalda siguen estando plenamente vigentes.

Eso si, aviso. Hoy defender el Concilio Vaticano II con los textos en la mano y sin acomodarse al espíritu del concilio, esgrimir el catecismo o citar aunque sea de pasada el catecismo de Astete es muy peligroso. Aténganse a las consecuencias.


Extraído de Infocatolica.com


Jorge González Guadalix

Sacerdote diocesano de Madrid. Se presenta y se define como cura. Licenciado en teología pastoral, lleva más de treinta años ejerciendo su ministerio en parroquias de la diócesis, algunos de ellos como párroco rural. Arcipreste varias veces, ha pertenecido por dos legislaturas al consejo presbiteral de Madrid y al consejo diocesano de pastoral.

Como añadido a su labor de párroco ha hecho un poco de todo: coordinador de pastoral de un colegio de más de dos mil alumnos, director espiritual de un gran colegio mayor, profesor de religión, profesor de teología pastoral... internauta y bloguero por libre y desde ahora en Infocatólica .

Si quieren ponerse en contacto con él: parroquialaserna@archimadrid.es