14 de septiembre – Exaltación de la Cruz (F)

14.09.2021

MARTES XXIV

14 de septiembre - Exaltación de la Cruz (F)

Primera Lectura

Lectura del libro de los Números 21, 4b-9

En el camino, el pueblo perdió la paciencia y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés: « ¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para hacernos morir en el desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua, y ya estamos hartos de esta comida miserable!»

Entonces el Señor envió contra el pueblo unas serpientes abrasadoras, que mordieron a la gente, y así murieron muchos israelitas.

El pueblo acudió a Moisés y le dijo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes.»

Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo: «Fabrica una serpiente abrasadora y colócala sobre un asta. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará curado.»

Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba curado.

Palabra de Dios.

O bien:

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 2, 6-11

Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz.

Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el Señor.»

Palabra de Dios.


Salmo del día


Salmo 77

No olviden las proezas del Señor.


Pueblo mío, escucha mi enseñanza,
presta atención a las palabras de mi boca:
yo voy a recitar un poema,
a revelar enigmas del pasado. 

Cuando los hacía morir, lo buscaban
y se volvían a él ansiosamente:
recordaban que Dios era su Roca,
y el Altísimo, su libertador.

Pero lo elogiaban de labios para afuera
y mentían con sus lenguas;
su corazón no era sincero con él
y no eran fieles a su alianza.

El Señor, que es compasivo,
los perdonaba en lugar de exterminarlos;
una y otra vez reprimió su enojo
y no dio rienda suelta a su furor. 


Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 13-17

Jesús dijo a Nicodemo:

«Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio


PARA REFLEXIONAR

  • En el libro de los Números la serpiente de bronce es levantada por Moisés sobre un asta en medio del campamento. Todos los israelitas que mordidos por las serpientes venenosas, habían sido castigados por sus rebeldías; miraban la serpiente de bronce y se curaban. La exaltación de esa serpiente portadora de muerte se convertía para el pueblo arrepentido en portadora de vida.

***

  • En san Pablo Jesucristo quiso acreditarse como verdadero hombre y vivir como uno de tantos. Por su obediencia al Padre y por su solidaridad con todos los pecadores, Cristo se anonadó hasta el límite de la muerte y muerte de cruz.
  • Pero Dios lo ensalzó para darle un "nombre" que está por encima de todo nombre. El nombre es para los hebreos la expresión del propio ser, la proclamación de lo que uno es y de su misión; al recibir Jesús el "nombre-sobre-todo-nombre" Pablo expresa que Jesús es el Señor. Jesús ha querido ser Dios para nosotros, haciéndose verdaderamente hombre solidario en todo.

***

  • Juan utiliza la narración de la serpiente de bronce, elevada por Moisés en el desierto, como figura que ilustra proféticamente lo que sucede en la "elevación" del Hijo del Hombre en la cruz.
  • Hacia ese Jesús elevado en señal de oprobio, nosotros levantamos nuestros ojos de la fe, porque reconocemos en Él el amor salvador del Padre y el amor fiel y salvador del Hijo, que ha aceptado perder la vida, es decir, entregarla al Padre y a todos nosotros.
  • Las palabras de Jesús a Juan expresan en forma resumida su misión, que consiste en dar al hombre "vida eterna", la misma vida de Dios, y que se concede a los hombres en virtud de su elevación.
  • El levantamiento de Jesús es a la vez su muerte en cruz y su glorificación; es fruto del rechazo del mundo y atracción salvadora de todos los hombres; Jesús es elevado para morir en manos del mundo y es elevado para salvar por el Padre; "para que todo el que crea en Él tenga vida eterna". Jesús elevado, atrae a todos los hombres; es la luz verdadera que ilumina a todos.
  • Jesús no es juicio sino salvación. Dios no es el que juzga, sino el que salva. La salvación tiene lugar por la fe. El propósito y la voluntad de Dios es la salvación del mundo, no su condenación. Dios ama al mundo con un amor incomprensible e inconmensurable. El Dios que revela que Jesús no es un Dios a imagen de los hombres, que se dedica a garantizar el orden en el mundo, ni un super vigilante del escenario del mundo, ni el custodio del orden moral. Dios ama, Dios es amor. Sólo Jesús, con sus palabras y sus gestos que lo conducen a la cruz, puede dejar entrever esto.
  • Jesús sabe que la salvación no le llega al hombre por la huida de la realidad humana, sino por la identificación hasta el fondo con ella. Nada le fue ahorrado de la común condición humana sino que la asumió hasta la muerte. Esta profunda comunión con nosotros es lo que hace a Jesús tan entrañable y tan próximo a cada uno de nosotros.
  • El Padre envía al Hijo al cumplimiento fiel de su misión de revelar el amor de Dios, su misericordia sobre todos los hombres, y la muerte de Jesús es una consecuencia de su obrar. Al enviar a su Hijo al mundo, el Padre corre este riesgo que no "escatimó″.
  • Se trata, por tanto, de un claro predominio del designio de salvación en la actuación amorosa de Dios en el mundo; de una prioridad de la salvación sobre la condenación; se trata de un triunfo de la salvación.
  • La cruz fue para Cristo la voluntad del Padre cumplida hasta el extremo, su última palabra y la más elocuente. La cruz fue para Cristo ponerse en el último lugar y prestar el mejor servicio a todos los hombres. Para servir hay que ponerse en la cola, en el último lugar, descendió el que vino al mundo a servir y no a ser servido. Por eso fue también la cruz el trono de su exaltación y su gloria.
  • Para Jesús la cruz no fue un final desgraciado o inesperado, sino la culminación de su camino. No hay quiebre entre lo que hizo durante su vida pública y su cruz. La cruz es camino de vida, se trata de seguir a Jesús, en el intento de vivir como Él viviría en este tiempo y en nuestra realidad concreta. Escoger un camino que sea consecuente con lo que El nos enseñó: un camino que, sirva a la verdad y no a la mentira, al amor generoso y no al egoísmo insolidario, a la justicia de cada día y no al aprovecharse de los débiles.
  • En el desierto que nos presenta el mundo, de nosotros depende levantar el signo de un futuro más fuerte que la muerte. No se trata de colocar crucifijos por todas partes; se trata de que nosotros mismos estemos marcados por el amor de tal manera que todo hombre pueda reconocer el rostro de Cristo y la esperanza de curación.
  • La cruz que exaltamos no son los maderos cruzados sino el coraje de Jesús, que optó por el Reino y por el amor sin temor a las consecuencias a que lo iban a llevar. La exaltación de la cruz es la exaltación de la fidelidad de Jesús a la causa del Reino. Cruz es el sufrimiento que se producirá en nuestra vida como consecuencia de seguir a Jesús y los valores del evangelio.
  • Esta celebración tiene que ser para nosotros la ocasión de hacer memoria, de recordar y proclamar muy alto que Cristo ha sido exaltado en la cruz y que todos los que son de Cristo no podemos pretender otra gloria que ésta. Tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo y no conformarnos a este mundo. Si somos discípulos de Cristo estaremos siempre con Él en la cruz, en la contradicción.
  • Los creyentes no vivimos la cruz como derrotados, sino como portadores de una esperanza final. Si asumimos esa cruz inevitable en todo aquel que se esfuerza por ser fiel a su vocación y por construir un mundo más humano, más habitable, es porque queremos arrancar para siempre del mundo y de nosotros el mal y el sufrimiento. A una cruz como la de Jesús, sólo le espera resurrección. Por eso, aunque parezca contradictorio, nos gozamos y hacemos fiesta contemplando la cruz, por encima de otras exaltaciones pasajeras y mundanas que nos embotan cada día.
  • La exaltación de la cruz no es la exaltación del sufrimiento y del sacrificio, ni la consagración del dolor, sino revelación cumbre del amor y la posibilidad de transformar el abatimiento en construcción de vida humana plena. Jesús nos enseña cómo pasar de la muerte a la vida.


PARA DISCERNIR

  • ¿Busco la verdad a toda costa, sin acobardarme ante la posibilidad de que me pongan la cruz?
  • ¿Acepto las cruces (históricas, no naturales) que ya cargo? (Enumerarlas, revisarlas ante mí mismo).
  • ¿Soy capaz de rebajarme por el bien de otros?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Jesucristo es el Señor


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí»

..."Hoy es el día de la Exaltación de la Santa Cruz; cruz que merece nuestro amor y a la cual, por nuestro amor, ha sido suspendido el Salvador del mundo entero. Nuestro Señor ha dicho: «Cuando haya sido elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí. Con estas palabras quiere decir que su deseo más grande es atraer hacia Él nuestros corazones terrenos, poseídos por el amor hacia las cosas de este mundo; quiere atraer hacia Él nuestra sed de gozos y satisfacciones de la tierra. Nuestra alma, bella y orgullosa, retenida por la complacencia en sí misma, por el amor a la satisfacción material de nuestra sensibilidad, quisiera Él atraerla totalmente hacia Sí. Sí, a fin de que Él sea elevado en nosotros y crezca en nuestros corazones. Porque para aquellos que Dios ha sido siempre grande, todas las cosas creadas son pequeñas, y las cosas pequeñas las consideran como si nada fuesen.

La belleza de esta Cruz es Cristo crucificado elevado de manera inimaginable, muy por encima de todos los santos, de todos los ángeles, de todos los gozos, delicias y felicidades que todos juntos poseen. Y puesto que su verdadera mansión se encuentra en lo más alto de los cielos, quiere habitar en eso que hay en lo más alto de nosotros mismos, es decir, en nuestro amor y en nuestros sentimientos más elevados, más íntimos, más delicados. Quiere atraer hacia Él los aspectos más simples de nuestro espíritu y de nuestra alma en lo que tienen de más eminente, y elevar todo ello hasta Él. Si logramos que esto sea una realidad en nosotros, Él nos atraerá hasta su mansión más elevada y la más íntima... Cuanto más ahora yo le dé lo que es mío, lo que tengo, tanto más Él me dará lo que es suyo"...

Juan Taulero Sermón 58


PARA REZAR


Nos acercamos a los crucificados

Hoy, nos acercamos a tu cruz,
y nos acercamos
a los crucificados de la humanidad.
Queremos pasar sus rostros, que son tu rostro,
por nuestro corazón.
Nos sentimos llamados a recorrer países enteros,
donde hay tantos relatos de cruz
por el hambre, la guerra, la injusticia sin fin.
Pasamos por nuestros ojos las imágenes de las víctimas,
los cuerpos mutilados por las bombas,
las mujeres embarazadas violentamente,
los niños atrapados en redes comerciales.
Oímos la voz de los sin voz,
el ruido de los pies de tantos emigrantes
que dejan su tierra con dolor,
el eco apagado de tantos condenados a muerte
por el hambre, el sida, las drogas,
el hilito de voz que sale de las cárceles,
de los hospitales, de todos los marginados.
Que nuestras lágrimas, nuestra solidaridad,
nuestro estilo de vida, rieguen tantas semillas
de amor y de esperanza sembradas cada día en la tierra.


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