Lecturas del Jueves de la 15ª semana del Tiempo Ordinario

14.07.2022

Lecturas del Jueves de la 15ª semana del Tiempo Ordinario

Jueves, 14 de julio de 2022

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (26,7-9.12.16-19):
La senda del justo es recta. Tú allanas el sendero del justo; en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos, ansiando tu nombre y tu recuerdo. Mi alma te ansía de noche, mi espíritu en mi interior madruga por ti, porque tus juicios son luz de la tierra, y aprenden justicia los habitantes del orbe. Señor, tú nos darás la paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas tú. Señor, en el peligro acudíamos a ti, cuando apretaba la fuerza de tu escarmiento. Como la preñada cuando le llega el parto se retuerce y grita angustiada, así éramos en tu presencia, Señor: concebimos, nos retorcimos, dimos a luz... viento; no trajimos salvación al país, no le nacieron habitantes al mundo. ¡Vivirán tus muertos, tus cadáveres se alzarán, despertarán jubilosos los que habitan el polvo! Porque tu rocío es rocío de luz, y la tierra de las sombras parirá.
Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 101

El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra

Tú permaneces para siempre,
y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión,
que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras,
se compadecen de sus ruinas. 

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. 

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. 


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio



PARA REFLEXIONAR

  • Isaías pone en boca del pueblo como un salmo o una profecía hecha oración.
  • En todo el fragmento la comunidad expresa su confianza en el Señor; se apena de la ceguera de los malvados delante del Dios que se muestra, recuerda los favores de Dios en el pasado; confiesa el pecado que le ha merecido el castigo; espera el restablecimiento final del pueblo.
  • El pueblo se compara a una mujer, que cuando llega el momento del parto se retuerce y grita angustiada. Pero ahora, el pueblo tiene que reconocer que, después de tantos esfuerzos, confiando en sí mismos, no trajeron la salvación al país.
  • Mientras los dolores de parto en una mujer, se compensan con la alegría del nacimiento de una nueva criatura, en Judá todos los sufrimientos aparecen vanos e inútiles.
  • El pueblo de Israel irá pronto al destierro. Hubiera sido muy distinto si se hubieran mantenido fieles a la Alianza con Dios, pero fueron a la ruina porque buscaron sus propios caminos.
  • El profeta, les enseña que el pecado es algo más que una simple acción contraria a la norma del bien establecida por Dios: es la ruptura de una relación íntima y personal con Dios. La salvación es la conversión del corazón en la fidelidad y en el amor. Convertirse es rehacer el camino y cambiar de orientación toda la manera de vivir.

***

  • El vértigo en el que vive el mundo es tan grande que muchas veces no tenemos ni el tiempo, ni el reflejo suficiente para asimilar estos cambios. La vida nos atrapa y el futuro que queremos manejar hace que hombres, mujeres y hasta los chicos de este tiempo vivan bajo una enorme presión.
  • Cargados de exigencias, compromisos, planificaciones y objetivos nos agobiamos y nos cansamos de luchar sin ver, muchas veces, resultados convincentes. Pareciera que siempre nos falta algo para encontrarnos bien y por eso el sentimiento de depresión aumenta.
  • En este contexto las palabras de Jesús se nos hacen, de un modo particular, íntimas, cercanas y consoladoras.
  • Jesús nos ofrece su comprensión en medio del cansancio y de las ganas de encontrar donde reposar. Él se ofrece como alternativa de vida y esperanza para los desanimados y decepcionados.
  • Quizá hemos luchado infructuosamente para ser perfectos, porque en el fondo lo único que queremos, es sentirnos amados. Jesús nos invita a una actitud de sencillez y humildad. La humildad es "caminar siempre en la verdad" (Teresa de Jesús). Humildad que es transparencia y honestidad y que por ser verdad nos libera. Él responde a nuestra crisis de sentido, porque nos muestra que nuestra vida, vale no por lo que ha conseguido sino simplemente porque "es".
  • Nos duele y tortura no ser tan buenos como quisiéramos, por eso la propuesta de Jesús de aprender de ÉL, siguiendo su estilo de querer el bien para todos, con un corazón manso; nos dará paz aún en los momentos más difíciles que nos presenta la vida. Este es su yugo «liviano» con una carga «ligera». Vivir desde esta perspectiva, en un mundo que proclama lo contrario, se hace imposible si lo queremos hacer solos. Con Jesús todo es posible y fecundo.


PARA DISCERNIR

  • ¿Dónde ubico la valoración de mi vida?
  • ¿Me siento decepcionado de mí mismo?
  • ¿Cuál es la meta de la carrera de la vida en la que me encuentro?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Tu yugo es suave y tu carga liviana


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré»

El Señor ama a los hombres, pero permite que sean probados. De esta manera pueden reconocer su impotencia y humillarse y, gracias a su humildad, recibir el Santo Espíritu. Y con el Santo Espíritu todo va bien, todo se llena de gozo... El humilde estará contento con todo lo que le pueda suceder, porque el Señor es su riqueza y su gozo; todos los hombres quedarán sorprendidos de la belleza de su alma.

Tú dices: «Mi vida está llena de sufrimientos». Pero yo te contestaré, o mejor dicho, será el mismo Señor el que te dirá: «Se humilde y verás como tus pruebas se cambian en descanso», hasta el punto que te sorprenderás de ti mismo y te dirás: « ¿Por qué en otro tiempo estaba yo tan atormentado y afligido?» Ahora eres feliz porque has llegado a ser humilde y has recibido la gracia divina; ahora, incluso cuando te encontrarás sola con tu pobreza, el gozo no te abandonará porque tienes en tu alma la paz que nos prometió el Señor cuando dijo: «Mi paz os doy» (Jn 14,27). Es de esta manera que el Señor da su paz a todas las almas humildes"...

San Silvano (1866-1938), monje ortodoxo - Escritos


PARA REZAR

La fuerza de la vida

Creo en un Dios impotente,
débil y debilitado;
creo en un Dios que no puede;
que no triunfa. Derrotado.

Creo en un Dios ¡tan vecino!
que se vuelve un Dios-humano;
que su vida entre nosotros,
es muerte que le entregamos.

Ceo en un Dios sin poder,
hecho hombre y torturado;
y por coronas, ¡espinas!
y por respuesta, ¡insultado!

Creo en un Dios impotente,
un Dios de brazos atados;
un Dios distinto a los hombres,
poderosos, soberanos...

Creo en un Dios
que no sabe negar lo que ha declarado;
creo en un Dios impotente,
¡impotente de enamorado!

Creo en un Dios novedoso,
de novedad siempre a mano;
que genera a cada instante
lo que el amor va dictando.

Creo en un Dios generoso,
del amor crucificado;
creo en un Dios también pobre,
que tiene a los pobres al lado.

Creo en un Dios que no puede,
¡es el amor quien lo ha atado!
Creo en un Dios sin poder;
pobre... ¡Resucitado!

Anónimo


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