Lecturas de hoy Viernes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario

30.07.2021

Lecturas de hoy Viernes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, viernes, 30 de julio de 2021

Primera lectura

Lectura del libro del Levítico (23,1.4-11.15-16.27.34b-37):
El Señor dijo a Moisés: «Estas son las festividades del Señor, en las que convocarán a asambleas litúrgicas. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la fiesta de la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes sin levadura, dedicada al Señor. Comerán panes sin levadura durante siete días. El primer día de éstos se reunirán en asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo. Los siete días harán ofrendas al Señor. El día séptimo se volverán a reunir en asamblea litúrgica y no harán ningún trabajo de siervos».
El Señor volvió a hablar a Moisés y le dijo: «Di a los israelitas: Cuando entren en la tierra que yo les voy a dar y recojan la cosecha, le llevarán la primera gavilla al sacerdote, quien la agitará ritualmente en presencia del Señor, el día siguiente al sábado para que sea aceptada. Pasadas siete semanas completas, contando desde el día siguiente al sábado en que lleven la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, harán una nueva ofrenda al Señor. El día diez del séptimo mes es el día de la expiación. Se reunirán en asamblea litúrgica, harán penitencia y presentarán una ofrenda al Señor. El día quince de este séptimo mes comienza la fiesta de los Campamentos, dedicada al Señor, y dura siete días. El primer día se reunirán en asamblea litúrgica. No harán trabajos serviles. Los siete días harán ofrendas al Señor. El octavo día volverán a reunirse en asamblea litúrgica y a hacer una ofrenda al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No harán trabajos serviles.
Estas son las festividades del Señor, en las que se reunirán en asamblea litúrgica y ofrecerán al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a cada día».
Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 80

Aclamemos al Señor, nuestro Dios

Entonemos un canto
al son de las guitarras y del arpa.
Que suene la trompeta en esta fiesta
que conmemora nuestra alianza.

Porque ésta es una ley en Israel,
es un precepto que el Dios de Jacob
estableció para su pueblo,
cuando lo rescató de Egipto. 

«No tendrás otro Dios fuera de mí
ni adorarás a dioses extranjeros.
Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo,
el que te sacó de Egipto, tu destierro». 


Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13,54-58):
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: «¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es María su madre, y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?»
Y se negaban a creer en él.
Entonces Jesús les dijo: «Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa».
Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy


PARA REFLEXIONAR

  • El libro del Levítico tiene un carácter legislativo en cuanto que reglamenta los usos litúrgicos tales como el ritual de los sacrificios, el ceremonial de investidura de los sacerdotes, las reglas relativas a las impurezas legales, el calendario litúrgico, las fórmulas de bendiciones y de maldiciones.
  • La página que nos presenta hoy la liturgia es el resumen del calendario judío; las solemnidades del Señor, las reuniones sagradas en las que el pueblo sería convocado, las fechas señaladas.
  • El mes primero, el día catorce del mes será la Pascua, fiesta de los panes sin levadura. Fiesta de la primera gavilla de la cosecha. Dios le pide al hombre la ofrenda de su trabajo.
  • Cincuenta días después se conmemoraba el don de la Ley en el Sinaí, en la tempestad y el fuego.
  • El día décimo del séptimo mes la fiesta del Kipur, del «gran perdón» de Dios a los pecadores.
  • El día quince de ese séptimo mes, se celebra durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor del Señor.
  • El pueblo que durante cuarenta años había vivido semi-nómada, respondiendo a las indicaciones del Señor, ahora, que se encuentra en la Tierra Prometida de forma estable, necesita no perder la espiritualidad del Éxodo. Por eso en la fiesta de los Tabernáculos, el pueblo elegido volvía a tomar cada año sus tiendas, y se sumergía en la espiritualidad del desierto que había tenido tanta importancia en el itinerario espiritual querido por Dios.

***

  • Los prodigios y signos de Jesús son manifestación de la fuerza y el poder del Reino presente y operante en medio de los hombres. Los milagros que realizó sólo exigían la incondicional respuesta de la fe en el Dios de la vida. Esta fe consiste en reconocer que Dios puede actuar por encima de cualquier condicionamiento social, cultural, económico o religioso.
  • Y paradójicamente, entre los suyos no encontró esa respuesta gozosa. Se les hacía muy duro a los hombres de su pueblo, aceptar que la salvación pudiera venir desde uno que compartía su misma condición social, de aquel hombre de pueblo que había crecido con ellos y que ahora recorría todo el país anunciando la buena nueva.
  • Esperaban un desconocido, llegando en esplendor y gloria, cubierto de riqueza y poderío. No dieron crédito a las Escrituras, en su mensaje más profundo y, por eso, no reconocieron en el hijo del carpintero y de María, al Mesías poderoso en obra y palabras. Jesús conocía bien a aquellos que se escandalizaban de Él.
  • Jesús constata a través de su propia experiencia, la verdad del dicho proverbial que reza: "Nadie es profeta en su tierra". Los milagros suponen la fe, que es lo único que permite comprender su verdadero significado, por eso la incredulidad de los habitantes de Nazaret, se convierte en un impedimento para que Jesús pueda hacerlos. Eran parientes, amigos, vecinos a quienes apreciaba, pero justamente a ellos no les podrá hacer llegar su mensaje de salvación.
  • Por la fe acogemos y nos adherimos totalmente a la persona de Jesús. No se puede aceptar a Jesús en parte, sólo en aquellos aspectos que nos resultan comprensibles y no nos incomodan. Jesús es la revelación total y definitiva de la Palabra de Dios. Desde que nació la Iglesia no han faltado nunca hombres y mujeres que con su vida, testimonio, escritos y predicación han animado a sus contemporáneos, a vivir la hermosura y grandeza del Evangelio. También hoy están presentes entre nosotros, y podemos ser nosotros los que hagamos presente este evangelio en medio de nuestros hermanos.
  • «Los de Nazaret se admiran de Él, pero esta admiración no les lleva a creer, sino a sentir envidia, es como si dijeran: '¿Por qué Él y no yo?'» San Juan Crisóstomo.


PARA DISCERNIR

  • ¿Me condicionan los prejuicios en mi opinión acerca de los otros?
  • ¿Soy libre para aceptar las ideas de los demás?
  • ¿De quiénes acepto con más facilidad testimonio?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Señor, que pueda abrirme a los demás


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

..."¿Decir en veinte renglones quién es Jesucristo? Para los cristianos, Jesús es Dios. -Aunque no para todos: la divinidad de Cristo ha dividido desde siempre a la cristiandad. - Pocos dogmas como éste han sido defendidos o combatidos con tanta fogosidad. - La imagen de Cristo se refleja siempre en la conciencia de cada uno según sus propios conocimientos.

Para los judíos, durante los siglos de su exilio, el Crucificado ha sido también el Crucificador. En nombre de Cristo se han promulgado leyes antisemitas, en nombre de Cristo ha sido discriminado, perseguido, expulsado, asesinado con excesiva frecuencia Israel a ruegos de muchas Inquisiciones. Jesús: un vínculo de unión entre Israel y los gentiles, que une y separa en igual medida. Justo, sabio, profeta: un «loco» entre los «locos» de Israel, en la medida en que toda verdadera profecía confina con la locura que condena nuestra sensatez. Un judío «central», decía Martin Buber. Un judío único, como todos y cada uno podemos constatar. Único por su esplendor y por la contradicción que ha introducido -como una levadura- en el corazón de las naciones. Un misterio -así prefieren definirlo los teólogos cristianos, a los que responden con el silencio los teólogos judíos-. Pero veinte líneas son incluso demasiadas para hablar de un misterio. O bien, en ese caso, es que el que lo intenta no sabe de lo que está hablando"...

André Chouraqui, en A.-M. Carré - Para ti, quién es Jesucristo.


PARA REZAR

Él vino para esto

Si queremos luz
Él vino para iluminarnos.
Si queremos fuerza para resistir
Él vino para fortalecernos.
Si queremos el perdón,
Él vino precisamente para perdonarnos.
Si queremos el don del amor,
para esto se hizo niño
y quiso presentarse a nosotros
pobre y humilde,
para apartar de nosotros
todo temor.

San Alfonso María de Ligorio

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